¿Cómo se prepara un biberón?
Entre las dudas que surgen cuando se es padre, especialmente si es la primera experiencia, está la de preparar un biberón. Una tarea sencilla que harás de forma automática en poco tiempo, pero que al principio puede angustiarte y provocarte un mar de dudas: ¿qué agua utilizo?, ¿en qué cantidad? ¿hay que hervir el agua mineral natural para preparar el biberón?
Indice
- ¿Qué leche de fórmula debo usar?
- ¿Es necesario esterilizarlo todo?
- ¿Qué necesito para preparar el biberón?
- ¿Cuánta leche en polvo se debe echar?
- ¿Qué agua debe usarse para el biberón?
- Pasos a seguir para preparar el biberón
- ¿Cómo calentar el biberón?
- ¿Cómo se debe dar el biberón?
El Dr. Isidro Vitoria Miñana, pediatra y miembro del Instituto de Investigación Agua y Salud, nos da las pautas para preparar adecuadamente el biberón de tu pequeño
¿Qué leche de fórmula debo usar?
Las fórmulas para lactantes se preparan tratando de imitar la leche materna y son diferentes que la leche de vaca normal: las proteínas son parcialmente desnaturalizadas para que sea más digerible; tiene unos niveles de calcio, fósforos y otros minerales más adaptados a las necesidades del lactante y sus capacidades fisiológicas; está prácticamente libre de colesterol; sin embargo no tiene las propiedades inmunitarias de la leche materna.
Básicamente hay dos leches de fórmula: las fórmulas de inicio (o tipo 1) y las fórmulas de continuación (o tipo 2).
Las de inicio son aptas para bebés desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad, mientras que las segundas están diseñadas para los bebes desde 6 meses hasta el año de vida.
Además, las fórmulas de continuación no modifican la relación lactoalbúmina/caseína, ya que las enzimas implicadas en el metabolismo de los aminoácidos están completamente desarrolladas. A partir de esta edad se empiezan a introducir los alimentos sólidos, haciendo la alimentación más completa para las necesidades del bebé.
Una vez cumplidos los 12 meses se puede empezar a usar leche de vaca normal según lo que dice la Organización Mundial de la Salud.
¿Es necesario esterilizarlo todo?
La higiene es fundamental a la hora de preparar y dar el biberón al niño. La leche es un buen caldo de cultivo para bacterias que pueden provocar enfermedades, de modo que hay que esterilizar todo el material relacionado con el bebé al menos hasta los 4 meses. A partir de este mes, ya no tiene sentido, puesto que el bebé se empieza a poner cosas en la boca que a veces han estado en contacto con el suelo. De todas formas, últimamente se ha demostrado que con una buena limpieza y un buen aclarado con agua corriente es suficiente para que el biberón esté listo para su uso. Una vez que el bebé tenga un año, podrás lavar todo en el lavavajillas.
Para esterilizar el biberón y la tetina puedes:
1. Meterlos en agua hirviendo unos 10 minutos.
2. Mediante el método Milton: este método se vende por regla general en las farmacias y consiste en una cubeta, cuya capacidad es de cinco litros de agua, donde se vierte un tapón y medio del frasco de líquido que viene dentro de la caja, o bien, en la misma cantidad de agua, se pone una de las pastillas. La solución preparada sólo dura 24 horas. En esta agua es donde se colocan los biberones.
3. Esterilizadores eléctricos: se introduce el biberón con agua y se calienta. Normalmente sirven para más de un biberón y tetina a la vez.
Sigue siempre las instrucciones del fabricante cuando vayas a esterilizar los biberones.
¿Qué necesito para preparar el biberón?
- vapor o unidad de esterilización química
- agua previamente hervida o embotellada
- leche en polvo con la medida dentro
- el biberón que se va a utilizar, previamente limpio
- tetinas y tapas
Es importante escoger los biberones y tetinas que se adapten mejor al niño. También es conveniente que las tetinas se hiervan varias veces antes de utilizarlas por primera vez y que repases sus agujeros antes de administrar el biberón.
¿Cuánta leche en polvo se debe echar?
A la hora de preparar un biberón se seguirán las normas de reconstitución dadas por el fabricante de leche y por su pediatra. En general, se añade una medida rasa de leche en polvo (hay que utilizar siempre la medida dosificadora que viene en cada bote) por cada 30 ml de agua tibia. De este modo se obtiene la concentración recomendada de la leche o fórmula adaptada para el bebé.
Para preparar el biberón se añade primero el agua y después, la leche. Las guías de recomendación pediátricas sobre preparación del biberón empiezan recordando la importancia de lavarnos bien las manos y preparar el biberón antes de cada toma.
El bebé necesita mucha mayor cantidad de agua en relación con su peso corporal que el adulto. Así, un niño de 3 meses que pese 5 kg y tome lactancia artificial, necesitará 750 ml de agua para la preparación de todos los biberones del día. Es decir, beberá unos 150 ml/kg/día .Sin embargo, un adulto que pese 75 kg. y beba 2,5 litros al día, estará tomando unos 35 ml/kg/día. Así pues, el bebé relativamente toma más del cuádruplo de agua que el adulto. Esto se debe a que las necesidades de agua dependen de las necesidades energéticas y el bebé necesita mucha mayor cantidad de energía en esta primera etapa de la vida para lograr tan importantes logros en su crecimiento y desarrollo psicomotor.
¿Qué agua debe usarse para el biberón?
Por otro lado, el bebé tiene un sistema inmunitario menos desarrollado por lo que es más susceptible a infecciones con unas dosis infectantes mucho menores tanto de microorganismos como de parásitos.
Por tanto, es importante fijarse en el tipo de agua que tomará el lactante. El agua ideal estará exenta de microorganismos patógenos y de parásitos. Según la actual legislación sobre aguas de bebida envasadas (RD 140/2003 de 7 de febrero), todas las aguas minerales naturales están, tanto en el punto de alumbramiento como durante su comercialización, exentas de ambos. Y son bacteriológicamente sanas porque tienen su origen en acuíferos subterráneos totalmente preservados de toda contaminación química y bacteriológica. Se distinguen de las restantes aguas de consumo humano por su naturaleza y pureza original. Por tanto, el agua mineral natural puede utilizarse para preparar el biberón y las papillas del bebé sin necesidad de hervirla.
No se puede decir lo mismo del agua potable. Se recomienda su ebullición durante al menos un minuto desde el momento en que hierve en superficie. El motivo es que el tratamiento desinfectante del agua potable incluye generalmente la cloración. Las condiciones normales de cloración reducen casi un 100 % el riesgo de infección por virus y bacterias, pero no por parásitos, sobre todo, Giardia lamblia y Cryptosporidium.
La dosis de cloro debe ser 150 veces superior para inactivar los quistes de Giardia y más de un millón de veces superior para inactivar los de Cryptosporidium. A nivel colectivo, para asegurar la ausencia de ambos, el agua debe someterse no sólo a un método desinfectante sino también a un filtrado lento, lo que no siempre se realiza. A nivel individual, la OMS recomienda hervir el agua potable durante, al menos, un minuto.
La ebullición del agua aumenta la concentración de algunos iones que pueden ser perjudiciales para el lactante. Así, el aumento de nitratos aumenta el riesgo de una enfermedad llamada metahemoglobinemia, y el aumento de sodio implica superar las recomendaciones máximas permitidas por las sociedades científicas de nutrición infantil para la reconstitución de la fórmula adaptada.
En resumen, el agua mineral natural ofrece la gran ventaja de que no precisa hervirse para preparar los biberones y evita los inconvenientes que tiene la ebullición.
Pasos a seguir para preparar el biberón
1. Lávate las manos y todos los utensilios que vayas a utilizar.
2. Esteriliza el biberón y la tetina si tu bebé tiene menos de 3 meses.
3. Calienta el agua hasta que esté tibia y añade luego la leche en polvo: una medida rasa de leche en polvo por cada 30 ml de agua (utiliza siempre la medida dosificadora que viene en cada bote en la cantidad recomendada por el pediatra).
4. Cierra el biberón y agita bien para que se mezcle todo y quede libre de grumos.
5. Si has hervido el agua deja que se temple hasta alcanzar la temperatura idónea de 36º. Puedes comprobar la temperatura vertiendo unas gotas en el dorso de tu muñeca.
6. ¡El biberón está listo!
7. Recuerda no guardar las sobras de una toma para otra.
¿Cómo calentar el biberón?
Para calentar el biberón, lo puedes hacer de varias maneras: Al baño María, con calientabiberones eléctricos especialmente diseñados para ello o al microondas. Sigue atentamente las instrucciones para cada caso.
¿Cómo se debe dar el biberón?
Una vez que el biberón esté listo, sólo queda dárselo al pequeño. Comprueba que la leche no salga ni demasiado deprisa ni demasiado despacio, inclínalo un poco para asegurarte de que sale a un ritmo de varias gotas por segundo.
La postura idónea es estando la madre o la persona que se lo dé sentada, el niño semisentado, sosteniéndole la nuca y la cabeza con una mano y el biberón inclinado con la otra, de manera que la tetina esté siempre llena y evitar, así, que trague aire y se produzca lo que se llama aerofagia. Si puede ser, ábrete la camisa y sujeta al bebé en contacto con tu piel, simulando la cercanía y el roce de la lactancia materna.
Puede que a mitad de la toma el bebé se pare para eructar, pero, si no lo hace, no hace falta obligarle ya que si todavía tiene hambre, eso le alterará.
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La cantidad leche para un bebé de 3 meses debe ser a demanda. Es decir que tanto si se da el pecho o el biberón, nunca hay que forzar que beba más de lo que desee en cada momento.
Redacción: Dr. Isidro Vitoria Miñana. Pediatra. Miembro del Instituto de Investigación Agua y Salud
Fecha de actualización: 08-04-2021
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