Análisis tercer trimestre de embarazo

Indice

• Análisis de sangre
• Análisis de orina
• Prueba del estreptococo
• Ecografía del tercer trimestre
• Monitores fetales
• Perfil biofísico

El análisis del tercer trimestre de embarazo se lleva a cabo en torno a la semana 33 o 34 de gestación. Al igual que en los dos trimestres anteriores, te harán una prueba de sangre y otra de orina.

Análisis de sangre

Se analizan los mismos valores que en trimestres anteriores: los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, las plaquetas, la hemoglobina y el hematocrito.

También se vuelve a comprobar la toxoplasmosis si las veces anteriores ha dado negativa, la hepatitis B y C, los niveles de colesterol, triglicéridos, hierro y el test de Coombs.

Como novedad, te harán una prueba de coagulación, probablemente el anestesista del centro en el que vayas a dar a luz, para saber cómo actuar en caso de que se produjera una hemorragia inesperada durante el parto. Además, el anestesista valorará si la analgesia epidural es posible en tu caso, ya que si la coagulación no es buena, es probable que no te la puedan administrar.

Análisis de orina

Se controlan los mismos valores que en ocasiones anteriores: glucosuria, proteinuria, bacteriuria, leucocituria y/o nitritos  y hematuria.

Prueba del estreptococo

De cara al parto, te harán un frotis y cultivo vaginal para comprobar si tienes la bacteria estreptococo del grupo B (GBS), una bacteria que presentan entre el 20 y el 30% de las mujeres. No es dañino para la embarazada, pero si se transmite al feto en el parto, puede tener graves consecuencias, como septicemia, meningitis, neumonía…

Si se confirma que tienes esta bacteria, el día del parto te administrarán un antibiótico para evitar la transmisión al bebé.
 

Ecografía del tercer trimestre

Entre la semana 32 y la 34 se realiza la tercera ecografía de la gestación. En ella se analizan diversos parámetros de medicina:

- Peso y longitud del bebé: es muy importante ver si el bebé tiene un peso y tamaño adecuado para la semana de gestación o si está muy pequeño o muy grande..

- Posición del feto: en estas semanas ya tiene que estar colocado boca abajo. Si está en posición podálica o transversal  y no cambia en las semanas siguientes, habrá que realizar una versión cefálica externa o una cesárea.

- Posición y estado de la placenta: si existe placenta previa probablemente no se podrá llevar a cabo un parto vaginal, por lo que habría que contemplar la posibilidad de una cesárea. Además, se estudia el grado de envejecimiento de la placenta.

- Funcionamiento y posición del cordón umbilical, por si se ha enrollado alrededor del bebé o no está funcionando correctamente, lo que limita la alimentación y oxígeno al bebé.

- Niveles del líquido amniótico. Si está disminuido implica pérdida de bienestar fetal o rotura prematura de la bolsa.

- Se valora también la frecuencia cardiaca del bebé, sus movimientos respiratorios y corporales.

- Longitud del cuello del útero. Si mide menos de 3 cm, significa que ha empezado a borrarse y que el parto puede adelantarse.
 

Monitores fetales

Desde la semana 37 en algunos centros o de la 40 en otros, se realizan los monitores fetales para comprobar el bienestar fetal y la actividad uterina. 

Esta prueba recoge en una gráfica dos valores diferentes: por un lado, el latido cardiaco del bebé, y por otro lado, la actividad uterina. Una vez acabada la prueba el ginecólogo valora la gráfica que ha creado ambos valores y así puede determinar si es necesario programar el parto porque el bebé no tiene suficiente bienestar fetal o si el parto es inminente porque tienes muchas contracciones y muy fuertes.

Para hacerte los monitores, te colocarán en una camilla tumbada boca arriba y te pondrán una especie de correas o cintas elásticas que llevan unido un transductor. Una de ellas la colocarán más arriba, para registrar el latido cardiaco, y la otra un poco más abajo, para registrar la actividad uterina. El análisis dura unos 30 minutos, aunque puede durar un poco o menos según los valores que se vayan registrando.

Perfil biofísico

Este perfil se realiza en caso de que se pase la fecha prevista para el parto. En él, se lleva a cabo una ecografía para analizar el nivel de líquido amniótico que rodea al feto. Además, se realiza una cardiotocografía basal, también llamada “prueba sin estrés”, para evaluar la frecuencia cardiaca del bebé y su bienestar fetal.

Estas pruebas se realizan dos veces por semana hasta que se considere que ha llegado el momento de inducir el parto.