Cuarentena después del parto por cesárea
¿Cómo es el posparto tras una cesárea? ¿Hay diferencias entre el puerperio después de un parto vaginal o después de una cesárea? ¿Qué complicaciones pueden surgir?
Indice
- ¿Qué es la cuarentena?
- ¿Por qué puede ser necesaria una cesárea?
- ¿La recuperación de una cesárea es distinta?
- Cuidados de la cicatriz de la cesárea
- Posibles complicaciones en el postparto
¿Qué es la cuarentena?
La cuarentena es el periodo de recuperación del organismo después de un embarazo y un parto, ya sea vaginal o por cesárea. Se llama así porque dura unos 40 días, aunque para que el cuerpo vuelva a su estado anterior (el útero, el nivel hormonal, el resto de órganos afectados…) hace falta casi un año.
Pero en estos primeros 40 días el organismo experimenta una serie de cambios muy significativos que marcan el puerperio o posparto. Entre ellos, pérdidas vaginales o loquios, entuertos, normalización de la concentración de hormonas, disminución del tamaño del útero, etc.
¿Por qué puede ser necesaria una cesárea?
Las cesáreas programadas se realizan si existe riesgo en el parto vaginal. Algunos ejemplos de esto podrían ser:
- el bebé viene de nalgas o atravesado
- el bebé tiene ciertas deformaciones congénitas
- existen problemas con la placenta de la madre
- la madre tiene alguna afección médica que podría hacer que el parto vaginal fuera un riesgo para el bebé (como VIH o herpes genital)
- algunos embarazos múltiples
- la madre tuvo anteriormente alguna cirugía en el útero o una cesárea (aunque muchas mujeres pueden dar a luz vaginalmente de forma segura después de una cesárea).
En cambio, las cesáreas de emergencias son inesperadas y surgen debido a alguna complicación de la madre o el bebé durante el embarazo o el parto. Se puede recurrir a una cesárea de emergencia cuando:
- el trabajo del parto se detiene o no avanza como debería
- la placenta se separa de la pared uterina con demasiada antelación
- el cordón umbilical se enreda o entra en el canal del parto antes que el bebé
- hay sufrimiento fetal
- la cabeza o el cuerpo del bebé son demasiado grandes para pasar por el canal del parto
Siempre deberás confiar en la opinión de tu médico, aunque en el caso que te proponga una cesárea programada y no estés de acuerdo, siempre podrás pedir una segunda opinión.
¿La recuperación de una cesárea es distinta?
En general, recuperarse después de una cesárea lleva más tiempo que un parto vaginal, aunque esto depende de cómo haya sido el parto y del estado de salud de la madre.
Inmediatamente después de esta cirugía puedes sentir:
- mareos debido a los medicamentos que has recibido
- náuseas que pueden durar las primeras 24 horas (más o menos)
- picazón si has recibido narcóticos en la anestesia epidural
Normalmente la estancia en el hospital tras una cesárea es más larga, ya que el organismo tiene que recuperarse de una intervención quirúrgica.
En estos primeros días en el hospital tu misión será la de descansar y no hacer grandes esfuerzos, aunque sí que es recomendable que te levantes y andes antes de pasadas 24 horas del nacimiento para ayudar a eliminar mejor la anestesia. Asimismo, moverte fomenta el regreso de la evacuación y previene trombosis.
En cuanto te retiren la sonda deberás intentar orina, ya que vaciar la vejiga ayuda al útero a volver a su estado normal.
Los 4 o 5 primeros días los loquios serán más abundantes, de color rojo intenso y con coágulos ya que se están expulsando restos de la placenta. Debes usar una compresa de algodón súper absorbente y ropa interior también de algodón pata evitar molestias.
La cesárea no es inconveniente para dar el pecho, aunque puede que te cueste un poco más al principio (hasta que consigas que la leche baje) y que te sientas más incómoda debido al peso del bebé sobre la cicatriz de la cesárea. Intenta encontrar una postura cómoda (sentada o tumbada) que te permita darle el pecho sin dolores.
Una vez en casa, limita tus actividades físicas durante las dos primeras semanas. Aprovéchate de la baja de paternidad para que sea él el que se ocupe de levantarse por la noche a atender al bebé, haga la compra y las tareas de la casa, los papeleos… Vigila tus posturas en este tiempo y no cargues peso, podrías retardar la recuperación o sufrir diversas complicaciones.
Asimismo, lo mejor es que dejes el sexo hasta pasado un mes y medio, ya que es el tiempo que necesitan el útero y las paredes abdominales para cicatrizar. Tampoco debes usar tampones hasta que te hayas recuperado totalmente (pregunta a tu médico).
Cuidados de la cicatriz de la cesárea
Lo que también varía radicalmente es el cuidado de la cicatriz. Es cierto que en un parto vaginal la embarazada puede sufrir una episiotomía y tener que vigilar esos puntos, pero esto no siempre ocurre. Sin embargo, tras una cesárea, debes vigilar la evolución de la cicatriz.
Es normal que ésta te duela y te pique durante unos cuantos meses, ya que la pared abdominal se está reconstruyendo. Para evitar que se infecte o surjan complicaciones, debes seguir una serie de recomendaciones:
- Los primeros días, cambia la gasa con frecuencia, siempre con las manos bien limpias.
- Debes procurar mantener la herida seca, ten cuidado al ducharte.
- Los puntos se limpian usando agua, jabón y gasas estériles. Para secarlos, dales golpecitos suaves con un paño limpio. Nunca frotes.
- Si expones la cicatriz al sol durante el año siguiente te quedará marca. Usa una crema fotoprotectora de factor alto en la zona y evita que te dé el sol directo.
- Normalmente, a los 10 días acudirás al hospital a que te retiren los puntos.
- Actualmente la incisión es muy pequeña y se sitúa en la parte baja del abdomen, con lo que quedará tapada con cualquier biquini o braguita, aunque sea de corte bajo.
Posibles complicaciones en el postparto
Tras una intervención quirúrgica, sea cual sea, siempre pueden surgir diversas complicaciones. Después de una cesárea, estate atenta a los siguientes signos:
- Fiebre por encima de los 38 ºC.
- Dolores de cabeza muy intensos y constantes.
- Dolor fuerte y repentino en la zona abdominal.
- Sangrado o pus en la cicatriz.
- Síntomas de depresión o tristeza permanente.
- Hemorragia vaginal muy abundante y con mal olor.
- Dolor, enrojecimiento y tumefacción en uno o ambos pechos.
Todos estos son síntomas de infecciones puerperales, endometritis, mastitis, etc. que el médico deberá diagnosticar y tratar.
Fuente:
Smulders, Beatrijs (2010), Posparto seguro y los primeros meses tras el parto, Ed. Medici.
Fecha de actualización: 09-06-2020
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