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Consecuencias de una mala nutrición

Consecuencias de una mala nutrición

Para muchos padres, la lucha diaria con sus hijos empieza a la hora del desayuno y se repite en cada comida. Niños que no comen o que apenas ingieren dos o tres alimentos diferentes (generalmente, nada sanos), dejando de lado grupos enteros como las verduras, las frutas o el pescado. Estos niños suelen estar más delgaditos, lo cual preocupa a sus padres pero, ¿qué otras consecuencias se derivan de una nutrición incompleta?

Indice

 

¿Por qué es importante que el niño tenga una correcta alimentación?

Para asegurar el correcto desarrollo y crecimiento de un niño es necesario proporcionarle una dieta sana, equilibrada, variada y adecuada a su edad y sus necesidades. Una alimentación completa no solo asegurará su crecimiento, sino también su salud presente y futura ya que la dieta de los primeros años de vida marcará el metabolismo del niño en su etapa adulta, y aumentará o disminuirá las posibilidades de padecer ciertas enfermedades.

Los niños malcomedores se caracterizan por tomar solo un limitado número de alimentos y rechazar verduras, frutas, pescados… Se niegan a probar alimentos nuevos y sienten una gran atracción por algunos determinados (normalmente, dulces, grasas, fritos…). Asimismo, tardan mucho en comer, se cansan y sienten un desinterés total hacia la comida.

 

Consecuencias a corto plazo

Comer es necesario para vivir, crecer, movernos, jugar, estudiar… Por lo que un niño que come poco se desarrollará peor, será menos fuerte, se cansará antes y le costará más estudiar, leer, concentrarse, etc.

El resultado más inmediato de una alimentación pobre, escasa en vitaminas, minerales y demás nutrientes es la malnutrición, que no es lo mismo que desnutrición. Un niño puede estar gordito y, sin embargo, malnutrido si se alimenta exclusivamente de bollos, hamburguesas y pizzas. De hecho, probablemente tenga sobrepeso, lo cual es perjudicial para su salud ya que puede desarrollar obesidad, diabetes, etc.

Los niños malnutridos presentan alteraciones en la piel, trastornos en la pigmentación del cabello, problemas de visión, enferman fácilmente y no se desarrollan adecuadamente ni física ni mentalmente.

Otras enfermedades que aparecen como resultado de la carencia de ciertos nutrientes son anemia, debilidad muscular o hipotonía, insomnio, problemas de tiroides, bocio, raquitismo y escorbuto.

Los primeros síntomas de este déficit son el cansancio, los calambres, los dolores de cabeza, trastornos de carácter, disminución de la capacidad mental, adormecimiento, etc.

Además, el consumo excesivo de ciertos alimentos también puede provocar ciertas enfermedades como caries, obesidad infantil, etc.

Una mala alimentación también afecta al rendimiento escolar, al comportamiento y a las relaciones sociales. La nutrición deficiente afecta al desarrollo cerebral, lo que puede repercutir negativamente en su aprendizaje.

Por otra parte, una alimentación deficiente debilita el sistema inmunológico y expone a los niños al riesgo de contraer infecciones y otras enfermedades.

 

El impacto de una mala alimentación a largo plazo

Los primeros años de vida del niño marcan en gran parte su salud futura. De la alimentación en nuestra infancia y juventud depende en gran medida tener una vida adulta sana y una vejez longeva.

Y es que una dieta pobre en ciertos nutrientes o rica en otros nada saludables aumenta el riesgo de padecer en el futuro obesidad, diabetes, colesterol, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis o ciertos tipos de cáncer.

Por eso, por mucho que cueste, asegúrate de que la dieta de tu hijo es variada y equilibrada, y de que le aporta todos los murientes necesarios.
 

¿Cómo evitar la mala alimentación en los niños?

La mejor forma de prevenir enfermedades es proporcionándoles una alimentación adecuada, con la incorporación de todos los grupos alimenticios, en las cantidades suficientes para cada edad. Es importante que el niño coma de todo, ya que cada grupo alimenticio le aporta una serie de nutrientes esenciales: frutas, verduras, carne, pescados, cereales, huevos, legumbres, frutos secos, etc.

Si le cuesta comer algo, puedes intentar ofrecérselo de maneras diferentes, mezclado con alimentos que le gusten… Además, es importante que coma pescado, pero ni hace falta que coma todos los tipos de pescado. Si alguno no le gusta, no pasa nada.

Es importante que los padres le inculquéis unos hábitos de alimentación saludable desde pequeño, siendo un buen ejemplo y compartiendo la mesa.

Por otra parte, es importante que beba mucha agua y evite aquellos alimentos pocos saludables, como los ultraprocesados, los azúcares, las chucherías, la comida basura, los refrescos y bebidas industriales, etc.

De esta forma, la nutrición de tu hijo será la adecuada y evitarás las enfermedades antes mencionadas, mejorando su salud.

Si tienes dudas, consulta a su profesional de pediatría.                       


Fuente:

AEP

OMS

Fecha de actualización: 24-02-2022

Redacción: Irene García


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