¿Cómo saber si tu hijo consume drogas y qué hacer en este caso?

Índice

• Claves para saber si tu hijo toma drogas
• ¿Cuáles son las adicciones más comunes en los adolescentes?
• ¿Cómo prevenir las adicciones en la adolescencia?
• ¿Cómo ayudar a mi hijo si es adicto a las drogas?

 

Claves para saber si tu hijo toma drogas

Los adolescentes suelen ser muy reservados y apenas cuentan nada a sus padres, menos aún si saben que lo que están haciendo es algo malo o ilegal. Por eso, es conveniente que los padres estén atentos a las señales físicas y emocionales que pueden indicar que su hijo está consumiendo drogas:

1- Cambios en el peso (engordar mucho o perder mucho peso) o en el apetito (algunas drogas dan hambre, mientras que otras lo suprimen).

2- Alteraciones en el sueño: insomnio, frecuentes despertares, tener mucho sueño, etc.

3- Ojos rojos o inyectados en sangre; pupilas muy grandes o muy pequeñas.

4- Aspecto descuidado y falta de interés por la higiene corporal propia.

5- Tos persistente sin causa médica.

6- Movimientos descoordinados e inconexos.

7- Apatía, pereza, falta de interés por todo y por todos…

8- Cambio de grupo de amigos a chicos poco saludables y con hábitos perjudiciales.

9- Cambios de humor, irritabilidad y agresividad. Peleas y disputas con otros adolescentes o en casa.

10- Problemas en el instituto, fracaso escolar y malas notas.

11- Roba dinero u objetos de valor de casa.

12- Alteraciones al hablar, puede hablar muy lento y con dificultad para pronunciar o hablar muy rápido y acelerado.

13- Su ropa y pelo huele raro.
 

¿Cuáles son las adicciones más comunes en los adolescentes?

Las adicciones más comunes entre los adolescentes son las siguientes:

- El tabaco y el alcohol. Son, sin duda, las drogas más consumidas por los adolescentes ya que es fácil acceder a ellas (son legales desde los 18 años) y su consumo no está mal visto por la sociedad, aunque son muy perjudiciales para la salud siempre, más aún en chicos en crecimiento y desarrollo.

- El éxtasis o MDMA: una droga muy peligrosa que se consume en ambientes de fiesta y que puede llevar a la adicción y la muerte.

- El cannabis: suele ser la primera droga ilegal que prueban la mayoría de los adolescentes y la más usada, por eso la adicción al cannabis es muy habitual entre los jóvenes. Causa muchos problemas psiquiátricos, trastornos del sueño, pérdida de interés, agresividad, depresión, paranoia, etc.

- La cocaína: una droga muy adictiva que provoca una falsa seguridad y euforia con efectos perjudiciales como depresión, paranoia, problemas de sueño, agresividad.

- Las anfetaminas: aumenta la energía y produce confianza, aunque también efectos graves como ansiedad, alucinaciones, psicosis, etc.

- Adicción al juego: la adicción al juego también es muy habitual entre los adolescentes. Comienza por una simple apuesta en un evento deportivo o por una partica de cartas y acaba siendo una adicción que pone en peligro su vida y sus relaciones sociales.
 

¿Cómo prevenir las adicciones en la adolescencia?

La clave de la prevención de todas las adicciones, tanto las que se producen a sustancias como el alcohol y las drogas como las que se refieren a comportamientos como el uso de las redes sociales o el juego, es la comunicación y la educación.

Es importante hablar a nuestros hijos desde pequeños del peligro de las drogas y de las adicciones, adaptando el lenguaje y las explicaciones a su edad y madurez.

Hay que hacerles ver lo peligrosas que son y cómo pueden afectar a su vida y su salud, poniendo en peligro todo lo que tienen, incluida su vida.

Además, debemos ser un buen ejemplo para ellos y evitar el consumo habitual de tabaco y alcohol. Es complicado que nuestros hijos se crean que esas sustancias son malas si nosotros las consumimos de manera habitual.

Debemos fomentar la confianza y la comunicación con nuestros hijos desde pequeños para conseguir que, al llegar la adolescencia, siga siendo fluida para que nos cuenten lo que les pasa, con quién salen, qué hacen, etc.

También debemos potenciar su autoestima, seguridad y resiliencia para que sean capaces de decir “no” cuando otro amigo les ofrezca drogas o sustancias ilegales.

Y, por último, fomentar en él aficiones saludables que les ayuden a evitar estos peligros, como el deporte, el arte, etc.
 

¿Cómo ayudar a mi hijo si es adicto a las drogas?

Si se comprueba que tu hijo sufre una adicción, tendrás que tener mucha paciencia ya que salir de una adicción es un proceso largo y complicado con muchos altibajos, por lo que será complicado para todos y deberás estar siempre a su lado, por mucho que te cueste.

Además, es probable que tu hijo tenga cambios de humor, esté irritable e incluso agresivo, pero nunca debes pagarle con la misma moneda, debes intentar mantener la calma y no gritarle por mucho que él lo haga. Debes ser comprensivo y mostrarle siempre tu amor y apoyo, haga lo que haga.

Evita los reproches e intenta averiguar la causa de su adicción, saber la raíz del problema puede ayudaros a salir de él.

No puedes obligarle a tratarse ya que el tratamiento solo funciona cuando es el adicto el que quiere ponerse en manos de profesionales expertos en adicciones como los que puedes encontrar en Instituto Noa, un centro de ingreso para tratar adicciones donde llevan a cabo el método más eficaz para el tratamiento y la rehabilitación de adicciones. Cuentan con su  propia clínica de ingreso ‘Complejo terapéutico San Cayetano’, así como con diferentes centros de terapia ambulatoria.

El tratamiento de Instituto Noa es una variante del Método Minnesota con perspectiva cognitivo-conductual, lo que implica comprender la adicción como una enfermedad crónica y progresiva que puede llevar a la muerte del paciente si no se atiende multidisciplinarmente y atravesando las diferentes fases que llevan a la rehabilitación y la reinserción.

Por lo tanto, en Clínica Instituto Noa cuentan con un equipo multidisciplinar formado por psiquiatras, psicólogos, médicos, enfermeros, terapeutas expertos en adicciones… liderado por el intervencionista familiar Pedro García Aguado. Ideal para ayudar a tu hijo a salir de su adicción y recuperar su vida.