¿Cómo enseñar derecha e izquierda en preescolar?

Índice

• Causas para el aborto inducido
• Tipos de aborto inducido
• Riesgos del aborto inducido

¿Qué es la lateralidad?

La lateralidad es la capacidad de dominar y reconocer ambos lados del cuerpo. Hasta los 3 años los niños realizan funciones muy similares con ambas partes del cuerpo. Por eso, los niños menores de 3 años saltan sin separar los pies o usan ambas manos para todo. Hasta esa edad no hay diferenciación entre los hemisferios.

La lateralización es el proceso por el cual los niños adquieren la conciencia de cómo funciona su cuerpo. Los que no logran comprender esta relación muestran mayor dificultad para interactuar con el medio que los rodea.

¿Cómo sé si el niño está preparado para aprender cuál es la derecha y la izquierda?

Hay que tener en cuenta diversos factores que indican si los niños están preparados para aprender qué es la derecha y qué es la izquierda.

- La madurez del sistema sensorial y motor: para que los niños puedan aprender a diferenciar entre la izquierda y la derecha tienen que haber alcanzado la madurez senso-motriz. Se piensa que la dominación manual de los niños se desarrolla durante el embarazo, pero que esta no se llega a despertar hasta que el niño no alcanza cierta madurez en el sistema sensorial y motor.

Se puede estimular a los niños para que desarrollen el sistema sensorial y motriz con actividades como:

> Rodar sobre sí mismo

> Realizar carreras de obstáculos

> Jugar con juegos de mímica que impliquen todo el cuerpo

- Simetría corporal: los niños suelen utilizar su cuerpo como referencia para todo, poco a poco van adquiriendo nociones espaciales (también sobre derecha e izquierda).

Para estimular la simetría corporal se puede realizar distintos juegos y actividades:

> Cantar canciones con los niños que indiquen cuáles son las partes del cuerpo acompañadas de mímica para saber dónde están situadas.

> Pegarle en cada mano una pegatina o dibujarle un símbolo con diferentes colores. Es importante que el color de cada mano siempre sea el mismo para que pueda diferenciar bien entre ellos. Si primero has optado por azul para la derecha y rojo a la izquierda, tendrá que ser así siempre. Acompaña esto de preguntarle de manera frecuente cuál es la mano derecha y cuál la izquierda.

> Juega con dibujos que representen el cuerpo humano. Pide que vaya señalando “brazo izquierdo”, “pierna derecha”, “oreja derecha”, etc.

- El cuerpo como parte del espacio: el niño poco a poco se irá haciendo consciente del lugar que ocupa su cuerpo dentro del espacio donde se encuentra.

Para trabajar el desarrollo de esto se puede:

> Hacer que realice recorridos donde vaya encontrando sorpresas. Tendrá que seguir unas indicaciones (derecha, izquierda, sigue recto, etc.) hacia una serie de “regalos” que le hayas dejado previamente.

> Ponerle en medio de una habitación rodeado de juguetes e ir pidiendo que te vaya trayendo juguetes de la derecha o la izquierda, dale la vuelta, cámbialo de posición, etc. para hacerle las cosas más difíciles.

- La situación de los objetos en el espacio: los niños deben desarrollar su percepción espacial y conocer los distintos cuerpos geométricos (mediante observación y manipulación de los mismos).

Para que los niños desarrollen esta habilidad hay multitud de juguetes destinados ello.

- La preferencia a coger los objetos con la mano dominante: la preferencia manual es algo que se desarrolla con la edad y no se estabiliza hacia los seis o los siete años (que es cuando se comienza a mostrar la madurez censo-motriz). Esta preferencia manual se da cuando se empieza a realizar siempre con la misma mano una actividad. No tiene que ser la misma mano para todo, puede utilizar una mano para comer y otra para escribir. Después de la preferencia manual llega la dominación manual, es cuando empieza a realizar esas tareas con total precisión, siempre con la misma mano. Hay que resaltar que el 90% de los humanos son diestros.

- Lateralidad y coordinación: cuando los niños dominan con una de sus manos las tareas, esa mano se vuelve más eficaz y puede realizar actividades con mayor precisión. La otra mano se convierte en asistente de la primera.

Tener coordinación bilateral quiere decir que puedes mover ambos lados del cuerpo de forma coordinada. Si un niño tiene problemas de coordinación será perceptible en gestos habituales como recortar con tijeras, alinear piedras, saltar, etc.

- Los hemisferios (izquierdo y derecho): cada uno de los hemisferios cerebrales cumple funciones muy diferentes.

> Hemisferio izquierdo: lenguaje, matemáticas, lógica, pensamiento secuencial

> Hemisferio derecho: música, nociones del espacio, formas tridimensionales, etc.

Se puede saber cuál es la parte del cerebro con la que se trabaja con un video en el que aparece una silueta de una bailarina rotando. Si la ves otra al contrario de las agujas del reloj es que principalmente usas el hemisferio izquierdo, mientras que, si ves que rota en la dirección de las agujas del reloj, el derecho.
 

Enséñale la importancia de reconocer la izquierda y la derecha

Explicarles a los niños la importancia de reconocer la izquierda y la derecha es clave para su aprendizaje.

Para hacérselo ver puedes crear un mapa de tu barrio donde indiques los puntos claves. Pon la farmacia, el supermercado, la panadería, la cafetería, etc. Pide al niño que trace un camino desde tu casa hacia los puntos que has marcado y vete diciéndole “aquí se gira a la derecha”, “ahora tenemos que ir recto”, etc.
 

¿Qué es la lateralidad cruzada?

Cuando una persona utiliza preferentemente el lado derecho de su cuerpo para realizar actividades se dice que es diestra, mientras que si lo hace con el lado izquierdo es zurda. En ambos casos la lateralidad es homogénea, es la misma para todas las partes del cuerpo.

En el 25% de la población el proceso de lateralización no se produce de manera correcta (debido a causas genéticas). A esta lateralidad heterogénea se denomina lateralidad cruzada, es un trastorno neurofisiológico que afecta al desarrollo cognitivo de la persona, ocasionándole problemas de aprendizaje y, en consecuencia, un gran sufrimiento emocional.

Esto no se cura por sí solo, cuanto más tiempo trascurre si no se le pone remedio, más se agrava el problema. El primer paso para la recuperación es el diagnóstico precoz (desde los 4 años y medio o 5).