Insolación en niños: síntomas y tratamientos

Indice

• ¿Qué es la insolación?
• Síntomas de la insolación
• Tratamiento de la insolación en niños

¿Qué es la insolación?

La insolación es un problema propio de los meses de más calor del año y es más habitual en los niños pequeños (sobre todo menores de 5 años), los que padecen enfermedades crónicas, los obesos o los desnutridos. Es una enfermedad que se desarrolla muy rápidamente y puede ser muy grave si no se trata a tiempo, por lo que es importante conocer sus causas, síntomas y tratamientos.

Nuestro organismo, siempre que no hay ningún problema, se mantiene a una temperatura corporal estable en torno a los 36º C. Para lograr esta regulación temporal, nos enfriamos cuando hace mucho calor mediante diversos mecanismos como el sudor, que nos permite enfriar la piel y evitar que nuestra temperatura pase de los 37º C. El problema es que el mecanismo de regulación de los niños es inmaduro, sobre todo en los menores de 12 meses y, ante determinadas situaciones, como un calor ambiental excesivo, una humedad elevada o actividad intensa bajo el sol, estos mecanismos de enfriamiento pueden fallar, haciendo que nuestra temperatura corporal se eleve de manera peligrosa. Eso puede causar a la vez la deshidratación del niño al perder agua y sales, por lo que su temperatura interna aumentará causando una insolación. En pocas palabras, sube la temperatura del cuerpo y se bloquea la capacidad de enfriarse.

Síntomas de la insolación

En cuanto a los síntomas principales de una insolación son:

- Temperatura corporal elevada (por encima de 40º C)

- Piel seca y caliente

- Piel roja que no transpira

- Dolor de cabeza

- Náuseas y vómitos

- Mareo

- Aletargamiento

- Fatiga

- Sed

- Calambres

- Orinar con menos frecuencia y más oscuro de lo habitual

- Desorientación y confusión

- Taquicardia

- Pulso rápido

- Convulsiones

- Pérdida del conocimiento o desmayo

- Respiración rápida y superficial

- Alucinaciones

- Convulsiones

Cuanto más tiempo dure la insolación, más graves e intensos serán los síntomas, por eso, es importante saber qué hacer en estos casos y hacerlo cuanto antes.

Tratamiento de la insolación en niños

Es importante que el niño afectado reciba tratamiento inmediatamente, siguiendo estas pautas para cortar y tratar el problema cuanto antes:

1- Traslada al pequeño a la sombra a un lugar lo más fresco y ventilado posible.

2- Evita los agobios y las aglomeraciones para que pueda respirar tranquilo. Abanícalo.

3- Sumerge al niño en una bañera con agua tibia o, si no es posible, mójale la frente y la nuca con un paño fresco para que su temperatura corporal vaya descendiendo.

4- Quítale la ropa y déjale desnudo o con la menor ropa posible y humedece todo su cuerpo. Puedes ponerle bolsas de hielo alrededor del cuello y las axilas (nunca directamente sobre la piel siempre envueltas en un paño) o envolverlo en una sábana fría y húmeda.

5- Dale agua para beber a pequeños sorbitos siempre que esté consciente. El agua no debe de estar muy fría, mejor del tiempo.

6- No le des antipiréticos ya que no son útiles y pueden empeorar el cuadro.

7- Si sufre convulsiones, desmayo, pérdida del conocimiento o cualquier otro síntoma grave, llama de inmediato a Emergencias.

De todas formas, como en muchos otros casos, el mejor tratamiento es la prevención, por lo que, en los días de más calor, debes adoptar estas medidas de precaución:

- No salgas de casa en las horas centrales del día, las de más calor.

- Si tienes que salir en horas de mucho calor y sol, mantén al niño siempre a la sombra y evita que pase mucho tiempo al sol.

- Ponle una gorra y gafas de sol para que se caliente su cabeza lo menos posible.

- Dale de beber agua frecuentemente.

- En casa, procura mantener la estancia fresca mediante ventiladores, aire acondicionado o las ventas y persianas cerradas durante las horas de sol.

- Evita que juegue o corra al sol, sobre todo a mediodía.

- Ponle ropa de algodón ligera y que transpire, mejor de colores claros.

- Nunca dejes al niño solo en un automóvil cerrado en verano, ni siquiera poco tiempo, y ten cuidado cuando viajéis en coche, asegúrate de que el automóvil está a una temperatura adecuada (unos 24º, ni mucho frío, ni mucho calor).